abro la canilla y la
insolencia del chorro
diluye la verdad que el
cuerpo
anuncia esta mañana
el cielo con un gris
indecente
envuelve techos y veredas
mejor mojar la esponja y
limpiar
pasarle el trapo a la
realidad
y guardarla con los adornos viejos
¿escribo raro? puede ser
la poesía resulta lo
inalcanzable
del asombro cotidiano
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